La Fundación Joaquim Molins Figueras, creada en 2001, nace con la finalidad de contribuir a la mejora de
la sociedad mediante la colaboración, la participación y el fomento de proyectos filantrópicos. La Fundación Joaquim Molins Figueras centra sus esfuerzos en impulsar a las familias, especialmente las que se encuentran en situación de vulnerabilidad y riesgo social, con el objetivo de que encaminen proyectos de vida que contribuyan de forma positiva al desarrollo sostenible de nuestra sociedad.
Desde la Fundación también se impulsan programas de investigación, sociales y formativos, para que las
familias puedan desarrollar habilidades y competencias para afrontar los retos y las situaciones de riesgo.
El objetivo de este proyecto es crear un dispositivo doméstico capaz de monitorear el ciclo menstrual de
la mujer, mediante el análisis temporal de diferentes biomarcadores obtenidos a partir de muestras de
saliva.
El análisis de estos parámetros permitirá identificar períodos fértiles e infértiles, y detectar alteraciones
o variaciones hormonales relacionadas con la salud reproductiva de la mujer.
Se ha conseguido estandarizar un protocolo para la observación con el microscopio de sales de iones
presentes en la saliva.
En la Figura 1, se pueden observar imágenes de microscopia de dos muestras de saliva de diferentes
pacientes. Tal como se puede ver en la imagen de la izquierda, se observan los cristales en forma de
ramificaciones que forman los iones presentes en la saliva al secarse. El tamaño de estos cristales tiene
una correlación directa con la concentración de la hormona principal del estudio, es decir, cuanto más
alta es la concentración de esta hormona, mayor es la cristalización de los iones de la saliva que se observa.

Por tanto, en la primera muestra, la concentración de la hormona en saliva es alta. En cambio, en la imagen de la derecha no se observan cristales, lo cual indica que la concentración de la hormona en ese momento del ciclo del paciente es baja.
Para comprobar que la congelación de muestras de saliva no afectara a la cristalización de los iones, se
recogieron muestras de saliva de diferentes pacientes, se alicuotaron en diferentes tubos y se congelaron a -80 ºC. Se observó la muestra de saliva el día de la congelación, dos días después de haberla congelado y 21 días después.

Como se aprecia en la Figura 2, en las tres imágenes se observa aproximadamente el mismo nivel de
cristalización de los iones, lo que indica que la congelación no afecta a la cristalización ni tampoco,
en consecuencia, a la estabilidad de la muestra. Esto permite concluir que, en el diseño del protocolo de
recogida de muestras, los pacientes pueden congelar las muestras de saliva hasta el día en que sean
analizadas.
Se ha estandarizado un protocolo detallado para que los pacientes se extraigan saliva. Dicho protocolo
consiste en extraer saliva a diario de forma sublingual o escupiendo directamente en un tubo Eppendorf. Es importante que sea por la mañana, antes de comer, beber, lavarse los dientes o fumar, ya que estos
factores pueden alterar el resultado. Además, es necesario anotar el día del ciclo menstrual, la fecha de
extracción y congelar la muestra a -80 ºC.
Actualmente, hay 3 pacientes mujeres y 1 hombre (como control negativo) que están siguiendo el
protocolo.
Se está trabajando también en el desarrollo de un prototipo de hardware que permite determinar el pH
y la conductividad de las muestras de pH, y se ha calibrado. También se ha desarrollado un software que
permite que el lector de las tiras de pH transforme el color en un valor, así como el software asociado a la
conductividad.