La Asociación Catalana de Integración y Desarrollo Humano (acidH) es una entidad declarada de Utilidad Pública que, desde 1994, trabaja por la atención de las personas con Funcionamiento intelectual límite (FIL) y discapacidad intelectual ligera (DIL), cuya principal función es mejorar su calidad de vida con la prestación de servicios para cubrir sus necesidades a nivel social, laboral y formativo, en sus diferentes etapas vitales.
La entidad fue fundada por la hermana Montserrat Baró de la orden de las Hermanitas de la Asunción.
En 2009 recibimos la medalla de honor de Barcelona como reconocimiento a la labor desarrollada con este colectivo.
Desde el acidH se trabaja con el objetivo de dar una atención integral, es decir, desde el enfoque de potenciar las capacidades de cada persona, sus derechos y la igualdad de oportunidades, dejando de lado la discapacidad y poniendo especial atención en las familias de riesgo de exclusión social que sufren esta situación.
El objetivo general de la entidad es la inclusión en la sociedad de estas personas, y abordamos la intervención social desde una vertiente de empoderamiento, autodeterminación y trabajo comunitario en diferentes ámbitos de la vida de las personas con FIL y DIL . Ofrecemos varios servicios, en seis áreas de intervención: Educativa, Laboral, Salud, Vivienda, Ocio y Derechos.
Actualmente acidH atiende a más de 700 personas usuarias de los diferentes servicios, con un porcentaje del 25% de familias de exclusión social.
El Área laboral de la acidH, y concretamente el Servicio de inserción laboral, fue uno de los primeros recursos que se crearon en la entidad, y es un servicio clave para las personas que atienden.
Este proyecto tiene como finalidad fomentar el Trabajo y la Salud de las personas con FIL/ DIL, ofreciendo soportes para el acceso y mantenimiento de un puesto de trabajo, e intervención psicológica para promover el bienestar emocional y mental, fomentando la inclusión social y el desarrollo personal de cada participante, y por tanto mejorando su calidad de vida.
En el Servicio de inserción laboral del acidH (SIL), se trabaja para ofrecer a las personas con discapacidad intelectual ligera o funcionamiento intelectual límite, los soportes adecuados para garantizar el Derecho al trabajo, se ofrece orientación, formación y acompañamiento a las personas y empresas con la Metodología del Trabajo con apoyo.
Las personas con discapacidad intelectual, según la AAIDD, presentan necesidades de apoyo en algunas de las áreas de la capacidad adaptativa, siendo una de ellas el área laboral. Con los soportes adecuados, cada persona puede trazar su proyecto de vida, adquirir competencias y mejorar su calidad de vida.
Se ofrece un acompañamiento individualizado, teniendo muy presente los intereses, competencias y necesidades de apoyo de cada persona participante. La persona es la protagonista de nuestra intervención, y trabajamos para empoderarla y fomentar su autodeterminación. También acompañamos a las familias de las personas jóvenes, en el proceso de transición hacia la vida adulta de sus hijos e hijas.
Gracias al Proyecto, un total de 50 personas podrán acceder al Servicio de inserción laboral y al CPLA, y disponer de los soportes adecuados para desarrollar su proyecto de vida y laboral.
El Proyecto “Acompáñame” se llevará a cabo en la ciudad de Barcelona, y va dirigido a personas residentes en la ciudad de Barcelona, y municipios de los alrededores.
El entorno social de las personas con FIL o DI es un entorno muy limitado y escaso. Hay muy pocos recursos especializados que den respuesta a sus necesidades y que faciliten un entorno social donde la persona pueda desarrollarse con un grupo de iguales.
En los centros educativos ordinarios disponen de dispositivos específicos para acoger a personas con diversidad cultural pero poco recursos para acoger a personas con diversidad funcional y realizar un seguimiento personalizado de su progreso académico y sobre todo de su inclusión con el resto de la comunidad educativa y social.
Desde los centros de salud mental en algunas ocasiones se les informa que no se les puede atender por la discapacidad intelectual o en otros casos que no pueden beneficiarse de terapias grupales por las dificultades cognitivas que presentan. Lo mismo ocurre en los recursos sociales o de vivienda.
La falta de iniciativa, los pocos recursos adaptativos, los pocos recursos económicos y/o sociales o la falta de oportunidades entre otros, hacen que si la persona no tiene apoyo de otras personas, a menudo queden descubiertas necesidades esenciales, y por tanto exista un empeoramiento en su educación y salud. Varios estudios demuestran esta hipótesis en comparación con la población general.
Destacar también que las personas con discapacidad intelectual tienen un envejecimiento más prematuro que repercute en su calidad de vida. Los investigadores lo sitúan entre los 45 y 50 años (OMS, IASSID, International Inclusión, 1999). Destacar también que los factores psicosociales (bajo estatutos socio-económico, bajo nivel educativo y empleo, baja actividad, pobres relaciones sociales y la presencia de eventos vitales estresantes) y los biológicos (como por ejemplo antecedentes familiares de demencia, presencia de síndrome de down o genotipo Apo-E4 o problemas cardiovasculares entre otros) contribuyen a sufrir una mayor predisposición al desarrollo de una demencia.
La realidad de la inclusión laboral en el entorno social de Cataluña, muestra cifras preocupantes, ya que sólo 1 de cada 5 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo en activo tiene trabajo, teniendo en cuenta que el trabajo es uno de los principales mecanismos de inclusión social.
El Proyecto Acompáñame va destinado a 50 personas jóvenes y adultas, con FIL o DI.