San Juan de Dios, Servicios Sociales inicia su actividad en 1979 con la apertura del segundo centro por atención a 50 personas en situación de sin hogar en la ciudad de Barcelona. Desde entonces, la acción social desarrollada por la organización ha ido evolucionando y adaptándose a la situación de las personas en situación de mayor vulnerabilidad en relación al contexto social de la ciudad y el país.
La experiencia de 43 años de actividad junto a las personas más vulnerables ha permitido a la organización mejorar y diversificar su cartera de servicios para ofrecer una atención lo más cercana a los deseos, necesidad y voluntad de aquellos colectivos, personas y familias en situación de extrema exclusión social y en situación de sin hogar.
La atención social ofrecida a las personas ha evolucionado desde una mirada a situaciones de emergencia que supone una atención segmentada y con enfoque temporal donde la persona recibe recursos bajo la tutela de los profesionales, hacia una atención centrada en la persona atendida que se convierte en protagonista de su proceso de mejora y el profesional le acompaña durante el tiempo que sea necesario.
La misión de San Juan de Dios Servicios Sociales es la de acoger y acompañar de forma integral a personas y familias en riesgo o en situación de pobreza y exclusión social, de acuerdo con la misión de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y el carisma de su fundador San Juan de Dios, con la voluntad de promover oportunidades de desarrollo personal y social para que estas personas puedan llevar a cabo sus proyectos vitales.
La población en situación de sin hogar no ha dejado de aumentar, especialmente a raíz de la crisis económica y social de 2008. Según datos del recuento en la ciudad de Barcelona, en 2008 había un total de 2.017 personas en esta situación, en 2021 ha aumentado en más de un 95% hasta las 3.941.
La respuesta a este incremento ha sido un aumento de las plazas residenciales, principalmente en centros y alojamientos colectivos, pasando de 1.190 plazas residenciales a las 3.046 de 2021. A pesar de este incremento de la oferta residencial, cerca de 1.000 personas siguen pernoctando en la calle a diario en la ciudad.
Se han incrementado las dificultades para acceder a un trabajo estable y que proporcione unos ingresos económicos suficientes para poder acceder a una vivienda.
La gente mayor en situación de sin hogar es uno de los colectivos más vulnerables y con peor pronóstico de poder mejorar su situación residencial. Las estancias callejeras generan problemas de salud y un “envejecimiento prematuro” que dificulta las posibilidades de llevar a cabo procesos de inserción laboral. Según informe de FOESSA (2018) el 26,1 % de las personas en situación de exclusión social es mayor de 45 años y el 11,6 % mayor de 65 años. El mismo recuento de la ciudad de Barcelona identifica cerca del 10% de las personas que están en situación de calle mayor de 65 años.
La Fundación Bosch Aymerich ha firmado un convenio de colaboración con Sant Joan de Déu Servicios Sociales para ayudar al pago de alquiler y suministros para personas mayores en situación sin hogar y la adecuación de viviendas.
Durante el período de enero a junio de 2021 se han atendido a un total de 533 personas en los proyectos residenciales y 164 en los proyectos no residenciales.
Sobre las personas atendidas en San Juan de Dios durante el primer semestre de 2021, el 73% no ha podido acceder a un trabajo. La paralización del sector servicios por la crisis Covid ha restado oportunidades a estas personas.
El 35% no dispone de ninguna fuente de ingresos y el 27% percibe menos de 600€ y el 24% entre 600 y 700€.
El 33% de las personas atendidas es mayor de 50 años (45 personas mayores de 61 años). Con difícil pronóstico de inserción laboral y con problemas de salud derivados de la estancia en la calle.
El 44% de las personas atendidas sufren algún problema de salud mental, el 33% de salud física, enfermedades crónicas o incapacitante y el 28% problemas derivados de las adicciones a sustancias.
El 53% de las mujeres atendidas (70) han sufrido violencia de género. Ninguna de las mujeres atendidas, 138, aunque el 23% trabaja recibe más de 600 € al mes.
El objetivo del Proyecto de vivienda es el de facilitar el acceso y mantenimiento de una vivienda digna a personas en situación de vulnerabilidad social y exclusión residencial ofreciendo un acompañamiento integral y comunitario centrar a la persona.
La consecución del objetivo principal la acción se planifica y organiza por fases (2) y procesos:
Fase 0: Búsqueda y captación de vivienda.
Por la captación de la vivienda Fundació Mambré busca y negociación de viviendas de alquiler disponibles en el mercado pero también se reciben posibilidades de acceso a través de particulares, la agencia de la vivienda o cesiones de grandes tenedores con voluntad de destinar las viviendas a un uso social.
Fase 1: Acceso y acogida.
Una vez que la vivienda está disponible se valora y ofrece a personas o familias en situación de exclusión social y residencial.
Las personas que acceden al proyecto adquieren el compromiso de realizar el pago de como máximo un 30 % de sus ingresos económicos hasta el precio total del alquiler.
Fase 2: Estancia en la vivienda.
Una vez que las personas ya han accedido al proyecto, el equipo de acompañamiento social se adaptará a sus circunstancias para garantizar la consecución de los objetivos de cada persona/familia elaborando un plan de trabajo personalizado.
El seguimiento y evaluación del plan se realiza de forma periódica entre la persona/familias atendidas y los profesionales.
Los técnicos de acompañamiento se encuentran y mantienen contacto con las personas atendidas de forma semanal inicialmente, dilatándose a una periodicidad quincenal o mensual cuando se estabiliza la situación de las personas/familias además de ofrecer los soportes descritos en los compromisos explicitados en la fase de acogida.
Fase 3: Finalización de la atención.
La finalización de la atención será por los siguientes motivos:
• Suficiencia de recursos económicos para poder acceder a una alternativa residencial de forma autónoma.
• Derivación a un recurso más adecuado por la persona atendida por cuestiones de salud o de imposibilidad de residir en una vivienda.
• Consecución de los objetivos establecidos en el plan de trabajo con suficiencia de ingresos económicos.
• Abandono de la vivienda por parte de la persona atendida.
• Baja del programa de forma voluntaria.
• Baja del programa por incumplimientos contractuales.
En 2021 el proyecto de vivienda oferta un total de 134 plazas en 78 viviendas donde viven 7 familias con menores y 119 adultos que con apoyo de un equipo profesional van normalizando su situación y recuperándose para poder vivir de forma autónoma pese a las dificultades del contexto actual.
Para 2021-2022 la previsión de crecimiento es en 30 plazas por familias en la zona de Besós, 23 plazas en la ciudad de Badalona y 25 plazas en la ciudad de Badalona en modalidad individual.